La posición en la que duerme puede afectar significativamente su salud. Entre las distintas posiciones, dormir sobre el lado izquierdo ofrece beneficios notables. A continuación, se explica cómo:
Previene la acidez estomacal nocturna:
Para quienes padecen reflujo ácido o ERGE, “dormir sobre el lado izquierdo ayuda a mantener el estómago por debajo del esófago”, lo que reduce el flujo de ácido que regresa al esófago.
Mejora la función del bazo y el hígado:
El bazo, ubicado a la izquierda, funciona de manera más eficiente con un “mayor flujo sanguíneo”, lo que ayuda a filtrar las impurezas. Por el contrario, dormir sobre el lado derecho puede causar congestión hepática; la posición del lado izquierdo “facilita una mejor neutralización y procesamiento de las toxinas”.
Mejora el sistema linfático:
Este sistema se beneficia de un “drenaje eficaz hacia el conducto torácico”, lo que mejora la eliminación de toxinas.
Ayuda a las mujeres embarazadas:
Especialmente en el último trimestre, “dormir sobre el lado izquierdo alivia la presión sobre el hígado”, lo que mejora la circulación y la función cardíaca.
Ayuda a la digestión:
La válvula ileocecal del lado izquierdo ayuda a “estimular el movimiento uniforme de los desechos”, lo que garantiza evacuaciones intestinales regulares. Al principio, adoptar la posición para dormir del lado izquierdo puede resultar incómodo, pero la persistencia puede brindar estos beneficios para la salud.