Josie Desgrand, de 16 años, tenía problemas de peso y acoso escolar, se sentía infeliz y atrapada en un ciclo de dietas infructuosas y atracones de comida chatarra. Decidida a cambiar, tomó una decisión fundamental después de mirarse al espejo y se prometió “no volver a ser la Josie gorda”.
Su camino comenzó con pequeñas metas de acondicionamiento físico, una dieta baja en carbohidratos y un mayor consumo de agua. Con el apoyo de su padre, Mark, la competitividad que compartían las motivó a ambas.
Josie se unió a Instagram como @nolongerfatjosie y compartió su progreso y sus comidas, lo que le permitió ganar seguidores en todo el mundo que la apoyaron. El aliento y la responsabilidad de sus seguidores impulsaron su determinación para continuar.