1. Mantén tu piel fresca: evita que el sudor se quede en tu piel después de hacer ejercicio. Toma una ducha rápida para limpiar tu piel y evitar que el sudor obstruya los poros.
2. Exfolia: incorpora exfoliantes a tu rutina de cuidado de la piel. Estos productos ayudan a eliminar el sudor, la suciedad y las células cutáneas muertas, que pueden obstruir los poros y contribuir al acné.